La enigmática historia de Pekín y sus bicicletas
Han pasado décadas desde que la inquietante melodía de Katie Melua sobre las emblemáticas bicicletas de Pekín cautivara la imaginación. La pregunta sigue siendo: ¿cuántas bicicletas hay en el Pekín actual?
Calcular el número exacto de bicicletas en Pekín es todo un reto, pero la importancia de las bicicletas en esta ciudad es indudable: un símbolo de una época pasada que persiste en la actualidad.
El debut de la bicicleta en China
A finales del siglo XIX, las bicicletas entraron en la sociedad china gracias a los aventureros estadounidenses William Sachtleben y Thomas Allen. A pesar de los escépticos, las bicicletas se convirtieron en un medio de transporte básico en China.
Los chinos acomodados rechazaban las bicicletas, pero la clase trabajadora las veía con esperanza de movilidad y libertad. Sin embargo, su elevado precio y las largas listas de espera las convertían en un lujo que muchos no podían permitirse.
China abraza la bicicleta
El primer Plan Quinquenal de China preveía un crecimiento del 60% en la industria de la bicicleta, y la producción de 1958 superó el millón de unidades. Sin embargo, el verdadero auge de la bicicleta se produjo durante la Revolución Cultural.
En la década de 1970, la bicicleta Flying Pigeon se había convertido en un nombre familiar, que representaba la prosperidad en la China de Deng Xiaoping. Estas bicicletas eran incluso regalos para dignatarios visitantes como el Presidente George H. W. Bush.
Los carriles bici de Pekín llegaron a ser tan anchos como tres carriles para coches, un testimonio de la ciudad conocida como el "Reino de las Bicicletas". A pesar del auge del automóvil, el amor de los pequineses por las bicicletas nunca ha decaído del todo.
El poder cultural del pedal
Películas como "Beijing Bicycle", de Wang Xiaoshuai, e instalaciones del artista Ai Weiwei pusieron de relieve la perdurable importancia social y cultural de la bicicleta, su libertad y su movilidad.
El futuro de la bicicleta en Pekín
El último Plan Quinquenal del Gobierno pretende impulsar los desplazamientos en bicicleta, y el sistema de bicicletas compartidas sigue expandiéndose. A pesar de los sentimientos encontrados del público, muchos reconocen la importancia medioambiental e histórica de preservar la tradición ciclista de Pekín.
Las aplicaciones de bicicletas compartidas apuestan por la tendencia hipster y la conciencia medioambiental para atraer de nuevo a las dos ruedas a las generaciones más jóvenes. Estas aplicaciones, cómodas y asequibles, han revolucionado la movilidad urbana en Pekín.
Puede que las bicicletas no lleguen a los nueve millones en Pekín actualmente, pero con el continuo compromiso de la ciudad con la cultura ciclista, esa pintoresca cifra podría no estar muy lejos.
