El auge de la cultura del café en China
Cuando se piensa en una bebida caliente con cafeína sinónimo de China, inmediatamente viene a la mente el té, con sus profundas raíces milenarias. Sin embargo, el café, que entró en escena mucho más tarde, está ganando popularidad rápidamente en los bulliciosos paisajes urbanos de China.
La escalada del consumo de café en China es asombrosa: en sólo cuatro años se ha triplicado. A la cabeza está Starbucks, cuyos nuevos establecimientos surgen con tanta rapidez que las ampliaciones de su vasta red se producen casi a diario. Esta expansión internacional ha provocado una oleada de aperturas de cafeterías locales, y sólo en Shanghái hay unos 6.500 paraísos del café.
La población milenaria de China está a la vanguardia de esta revolución cafetera. Acostumbrada a las influencias globales, esta generación considera la adopción del café como un símbolo de estatus, un toque de la cultura occidental entretejido en la suya propia. Los elegantes interiores de las modernas cafeterías de Shanghái, con muebles rústicos de madera y artísticos diseños de café con leche, reflejan una peculiar visión china de la cultura hipster.
Los orígenes del café en China
La introducción del café en China se atribuye a un misionero francés en Yunnan a finales del siglo XIX. Aunque comenzó como una modesta importación, la industria cafetera china no floreció hasta finales del siglo XX con iniciativas gubernamentales y ayuda internacional. En la actualidad, China ha ascendido hasta convertirse en uno de los 20 mayores productores de café del mundo, y Yunnan produce más del 90% del café arábica del país.
El inicio de la producción de café despertó el interés nacional por su consumo. En 1999, poco más de diez años después de este resurgimiento, Starbucks inauguró su primera tienda en Pekín. Esto marcó el comienzo de una era con casi 2.000 establecimientos Starbucks en China en la actualidad, y planes para miles más.
De cara al futuro
A pesar de la proliferación de cafeterías en las áreas metropolitanas, el consumo de café per cápita en China sigue siendo relativamente bajo. El elevado coste asociado al café -a veces equivalente al precio de una comida completa o de un mes de Internet- es un factor prohibitivo para el consumo frecuente entre la población general.
Sin embargo, con el aumento de la renta disponible, cada vez más ciudadanos chinos pueden permitirse una dosis ocasional de cafeína. El mercado cafetero del país ha experimentado un aumento anual del 16% en la última década, en claro contraste con las cifras más estáticas de Estados Unidos. A medida que aumente la competencia y se incremente la producción local, es posible que los precios bajen y el café se convierta en un placer cotidiano más accesible.
Starbucks ha sido pionera en la promoción del café de origen local con la introducción de su línea inaugural de origen único de Yunnan. Este paso no sólo impulsa la agricultura local, sino que también señala un futuro prometedor para el cultivo y el consumo de café en China, allanando el camino para un crecimiento continuo en este floreciente mercado.